En silencio
El pecado florece
Susurran las palabras
Los gemidos se hacen sublimes
Las caricias ardientes
Los cuerpos se acoplan
El orgasmo irrumpe
En quietud que penetra el alma
La noche se hace eterna
Presente La aurora
El abandono se aferra a una súplica
El llanto fluye
De recuerdos sepultados
En silencio.