Con esta perfecta imperfección mi Señora
Confieso que soy de cometer errores un maestro,
Que soy un As tropezando con la misma piedra
Y que en mi conciencia los errores están causando efecto.
Reconozco que pedir perdón no ha sido mi fuerte
Y que en casos como este el miedo es intenso,
Necesito su perdón porque sin el no llegará a mí la muerte
Y viviré en agonía siempre en un mar de dolor extenso