Mario Santiago

DESFILE

El Señor Común se alista porque es domingo.

Enrolado recién en un ejército de mutilados.

Se arma con una sonrisa y un plan divertido.

Uno más, que es dos, entre los padres separados.

 

El Señor Común convalece de los estragos del rencor.
La herida fue grave, hasta el arrepentimiento y la flagelación.

Coge dinero que ganó con alguna restricción

y sale. Un hijo no puede ser el resultado de un error.