Kabalcanty

GUARECIDO EN UN ATARDECER DE INVIERNO

GUARECIDO EN UN ATARDECER DE INVIERNO

 

 

El sol,

depositado como una espada

fatigada por la lucha,

goteando sangre

por su cutáneo filo,

se hunde por

entre antenas y cables.

Un momento indeciso

entre luces y sombras

revelando al éter

como bóveda sumisa

al abandono del éxtasis.

Se desdibuja el pájaro

rayando el carmesí.

Agonía de vuelos.

Las gentes,

las no claveteadas en sus casas,

oscilan torbellinos de pasos

dejando enrojecer la caspa

en una estela.

Barrunta el perro

su oportunidad en las basuras,

y el ebrio,

el despertar de las farolas.

Se va cosiendo la oscuridad

a las terrazas.

Apenas un suspiro rojizo,

membranoso de nube,

pulula en lontananza.

Ya murió.

 

(Kabalcanty. 1990)