Vivimos a la sombra de la muerte
donde amar se ha vuelto un chiste
y la guerra un arte.
Muertos en la esquina,
guerrillas, paras y milicias,
no se sabe quien ha sido,
han decapitado un cura
y acribillado un policía.
Seguimos ignorantes,
incapaces de afrontar con actos
las injusticias sociales,
pobres humillados,
niños muriendo de hambre
en las aceras.
La brecha entre clases se hace mas grande,
ricos esclavos del poder,
hombres hechos piezas del montaje.
Gritos de ayuda en las cárceles,
sufrimiento en vendavales de sangre.
Pueblo acorralado,
actores armados
y despiadados.
Misma guerra,
las mismas victimas y culpables.
No se debe vivir entre vergüenza y menos
entre culpas ajenas,
la realidad es otra,
los valores se han hecho trizas,
en este pais sin esperanzas,
triste realidad,
solo un río de sangre se vera
en nuestro lecho de muerte.