El castigado polvo…
en el camino que andan tus descalzos sueños
la miedica senda levanta lo molestamente atractivo,
de la ansiedad placentera
a la estresante soledad más masturbada;
todo es frágil
y se rompe.
como el viejo caparazón que la libélula abandona
la piel mudada, la nueva vida
el firme alado vuelo de crepúsculo
y el camino hacia las tumbas más oscuras.
Mis labios
se pegan al desorden de tus cabellos esclavos,
los tuyos besan mi oído y susurran en la más loca esquina
“Dame tu sexo,
dame tu sexo cada día desde ahora y para siempre,
porque quiero sentir tu glande
porque me gusta que tu glande me penetre
y para que de tu nombre salga mi ducha diaria
en cada amanecer contando desde ahora
…para siempre”.
El castigado descalzo carente de sueños polvorientos
el camino miedoso de lo atractivamente incomodo,
de la placentera masturbación a la estresante ansiedad;
frágil es nada
nada se rompe del todo.
Como la fuerte coraza del escarabajo
la vieja muerte, la piel perenne, los flujos,
los subterráneos hacia la noche
y tu camino hacia el frescor
más confundible.