... Y en la noche un pensamiento puede ser un divino deseo que dibuje una sonrisa en los labios, como un ardiente dolor que provoque una lágrima corriendo por el rostro ...
syglesias
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CERRARÉ los OJOS un INSTANTE:
Cerraré los ojos un instante, para contemplarte en pensamientos y no harán falta sonidos, solo silencios de mi soledad aprendida para lentamente ir dibujando la cara de la mujer amada, la misma que con sus palabras me condenó a morir en lo oscuro de su olvido como un traidor, no queriendo notar mi presencia recordada...
Cerraré los ojos un instante, para recrear en los labios el sabor de tus besos, por ser en un principio un aliado del placer buscado, sin lograr ser amado, como una mujer por amor debería haber amado a un hombre bueno que dio lo mejor de su vida por hacerte feliz, cumpliéndote tus sueños más deseados de verse realizados...
Cerraré los ojos un instante, para sentirme tuyo y así rendirme nuevamente a tus caprichos, por aliviar algo de lo que ahora siento cautivamente a raudales latientemente por mi corazón herido, sin perder la esperanza de que algún día quien me ha hecho tanto sufrir, mañana en soledad me acompañe encadenada antes del juicio, final...
Cerraré los ojos un instante, para que sean tatuados en mis ojos dos cruces negras y así ver las llamas del infierno consumiendo mi cuerpo hasta los huesos, pero has de saber, que luego resurgiré como el Fénix y por ti vendré a buscarte para llevarte conmigo, porque ultimadamente ambos hemos sido, pecadores por la carne desnuda.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 26/11/2012 10:30 PM.