Los poetas se alzan a las cumbres,
se lanzan fascinados por la vida,
aman su vuelo entre las nubes
y arden en sus infiernos alucinados.
Los poetas sueñan,
cortejan la locura en sus vuelos,
sueñan los poetas sus delirios,
sus largas cavilaciones entre fuegos,
¡arden por dentro los poetas!,
la pasión los enceguece, los deslumbra
Amanecen como ávidos guerreros,
como águilas suspendidas en las alturas
Fluyen los poetas por los tiempos
perdurando en eternas tempestades;
se sumergen en los tiempos y se abren
a un futuro trascendiendo espacios y distancias
CARLOS A. BADARACCO
(DERECHOS RESERVADOS)
24/11/12