.....y entonces, la tierra se oscureció
y las tinieblas, volvieron a cubrirlo todo,
la noche se hizo eterna.
Las bestias inocentes se refugiaron en sus cuevas
y las bestias culpables, abandonaron sus casas
par huir hacia los campos, donde estaban las bestias inocentes.
Las bestias inocentes, buscaban los bosques naturales
y las bestias culpables, los bosques que fueron plantados
no para hacer más hermoso el paisaje,
no para perfumar el aire con olor a bosque,
sino para hacerlo papel de diario
y desde allí defender su sistema
y terminar con el bosque natural.
Los abastos fueron cerrados y las tiendas
quedaron vacías y los bancos tambien vacíos
y sus bóvedas llenas de dinero que no servía.
Y las bestías culpables pedían ayuda a Dios
y desde sus corazones oscuros,
se dieron cuenta que tampoco los escuchaba.
Las bestías inocentes esperaron,
hasta que sintieron en sus patas
el lento despertar de la tierra;
subieron hacia las alturas
para esperar la luz y la luz nuevamente llegó
sobre la faz de la tierra.
Las bestias culpables, desde sus escondites,
miraron la luz y allí estaba Dios.
Entonces, cerraron sus ojos, bajaron sus rostros
y arrastrándose de miedo, se fueron a refugiar
bajo los árboles artificiales.
...así fué el amancer después de los Mayas.