Caminas vestida de ceda pura a orillas del mar,
Las olas sacuden con fuerza las aguas inmensas,
Mientras las gaviotas; acompañan tu cantar.
Misteriosa Dama que pasea sin apuros y segura,
Dejas tus huellas en la arena, cello de tu persona,
Dama vestida de seda; te paseas a oscuras.
Dama que esperas sin prisa a la bella luna,
Para contarle secretos de su corazón,
Dibujas en la arena el nombre del amor.
El brillo de sus ojos se intensificar viendo a lo lejos,
barcos que llegan como escondiéndose en la bruma ,
¿tal vez regrese el amor que se fue en ese barco?
Dama del vestido de seda que con los años se maltrato,
desde aquella noche que el amor la dejo a orillas del mar ,
sigue desde ese entonces esperando verlo regresar.
Tu largo vestido de seda ya perdió su color intenso,
Pues las aguas, el sol y el viento dejaron sus secuelas,
Como en sus grises cabellos atreves del tiempo
La melancolía y el abandono hicieron estragos en su vida ,
Y despertaron sentimientos de profundo dolor,
No hay pena más grande, que la pena por amor.
Los años pasaron y la Dama nunca se fue del mar,
Esperando aquel amor que jamás ha de llegar,
Hasta que se hizo parte de las aguas para siempre,
Muriendo en ella por amor.