Me agrada esa sutil forma que tienes de perturbar mis pensamientos.
Devaneo con la locura de infíltrame en los tuyos…
Pero mi cordura se revela y me lleva a la realidad.
Mis pies se aferran a la tierra y al ahora…
Mi mente domina al corazón…
No te equivoques… le dice...
Y despierto… C.P.R.