Rafa Rivas

Furtivos en la penumbra (Carta)

Furtivos en la penumbra…

Mi carta…para tus ojos y los ojos de quien valore el Amor que te proceso…

Amor, amor de verdad, del que te hace ser irracional, del que te hace perder la vergüenza con el mundo, del que, nada importa excepto tú.

 

Fue cuando desperté a los ojos de la vida y tú habías llegado, ya era tarde para arrepentimientos banales,  las cartas habían sido repartidas y los destinos hilvanados por extrañas magias de la madurez de los tiempos, no, no puedo arrepentirme ni un ápice de nada, de ningún segundo  de los que pasamos juntos robando escenas a otras historias.

La crueldad de la vida, a veces es dada en tragos dulces…siempre te quise sin saberlo hasta ese día en que teniéndote tan cerca encontré tu aroma; hoy huelo en soledad las prendas de mi ropa que te rozaron, esperando encontrar tu olor, cierro mis ojos recreándome en esas escenas de labios fundidos, de caricias sutiles, de miradas buscadas en un segundo y de tantas sensaciones que me convierten en alguien especial por amarte así.

Recuerdas el primer beso?  yo sí, y me sigue pareciendo tan dulce como en ese momento idóneo, tan sublime como la penumbra que nos cobijaba y tan sereno como la quietud de las aguas de un estanque.

Creo sinceramente que nada podíamos hacer, que todo estaba predestinado y ni la mayor resistencia hubiese parado semejante avalancha. Si mi vida estaba vacía, tú la llenaste de golpe con aquél beso, si mi corazón estaba roto, lo zurciste a conciencia, si mi alma perdida, le diste un rumbo, el del creer, creer en que de la forma más caprichosa y con mayor sinrazón se podía Amar aunque fuese a escondidas, regalándonos el uno al otro todo lo que somos, sin medidas.

Es precioso ese tesoro que debemos mantener oculto, y lo es, por ser sólo nuestro, de los dos. Almas curtidas por los golpes de la vida, que encuentran un puerto en la soledad de nuestros corazones incomprendidos, y aceptados tan sólo por nosotros.

No puedo gritar al mundo cuanto te adoro, pero si me lo puedo repetir a mi mismo cada segundo del día para que mi existir, tenga sentido. Ya tengo un motivo para levantarme a diario, para ilusionarme a diario, para entender a diario que eres ahora y con lo poco que encuentro de ti, lo único que realmente me importa.

Te Amo con todo el ímpetu de que soy capaz, te admiro, te venero y querida mía, eso, eso ya nadie puede quitármelo.

 

Autor.- Rafael Rivas.

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