Círculos de agua fresca, por donde sean, me son tus pasos,
al son del viento, solfean partituras tus tímidos labios;
mujer con alma de cisne, que por los aires a tantos florea
imaginando, con cada vuelta de la vida, nuevo abrazo.
Eres fuente que habla de amarte, cuanto te siento a mi lado;
horizonte, pista de esta danza que asientes con agrado,
dibujas así con tu silueta de ángel, por sus alas viajeras,
anegando oquedad, vistiéndose tu persona mi regazo.
Primero, segundo y hasta el próximo te sean aquellos pasos,
presencia de dama que ama, vuela, dulce ave y su canto;
ninguno será suficiente para afirmar que no es verdadera
la belleza donde tus plumas, especie de sol sacrosanto.
Renacimiento! Sí, como cuadro que torna en vivo lo soñado
sobre cada espacio, cada baile que flota ser apreciado
cuando tu, manantial de frescura bañas de la primavera
es para el mortal que, por amor, nunca deja su prado.
Cisne inmortal, alma devota que en la gracia de Dios vuelas,
este hombre, hombre se ha nacido, y te seguirá amando.