Habrá solo vacío
¿en las mentes implacables?
O habrá solo hastío
¿en la soledad de soledades?
renace la aurora
con azulados colores
reflejos que impregnan
nostalgias vividas...
El carruaje de sombras
soslaya la esencia
perdida estrepitosa
se desliza por la cornisa
de la retina de mis ojos
caen cual gotas
salinas grisáceas
sabor a cenizas...
Ruedan los silencios
caídos desde el cielo
el sentimiento vagabundo
agoniza en manos lúgubres
apagándose el farol
de sabores agridulces
y en medio del silencio
solo medito…
¿Habrá de ser aquel
cartel que a mis espaldas
cargue por días
ante ti como una ilusa?
una pobre cenicienta
enajenada
que buscaba el calor
de las mentiras
Lo deje ir un viernes
¡lo recuerdo!
de cielo gris, gris tan intenso
el viento desvistió la arboleda
y su atuendo vibró en desconfianza