La marea trae verdor revuelto
espumoso, salado, de mar no muerto...
En ese remolino tu cuerpo y el mío,
caricias de un amor tardío...
La marea trae un aroma distinto,
como si ya no fuéramos nosotros mismos...
Debajo de la espuma blanca,
la vida resaca los tiempos perdidos...
La marea retoma sus bríos,
nos encuentra aferramos, unidos...
El sol se refleja en la ola impía,
que imparte respeto y sabiduría ...
La marea baila al compás de la luna,
reflejando tu rostro como a ninguna...
De allí salen estos versos,
que hoy declamo en este mar inmenso...