A veces ya no queda luz en el interior
Y la única luz que podemos dar es reflejo de los demás
Así como la luna refleja la luz del sol
Así uno refleja felicidad
Pero cuando se trata de la propia alegría inherente
La luna queda oscura, vacía y farsante
Todo aquel brillo blanco y resplandeciente
Se desvanece con el nacimiento de un nuevo amanecer
Y toda la belleza blanquecina y luminosa de la luna
Se transforma en una mentira hermosa y bien montada
El vestido de plata hecho de fulgor solar
Se le escapa a la luna como a Cenicienta el zapato de cristal
La gente dice que las apariencias no son buenas
Pero a veces es lo único feliz que queda para mostrar
¿Cómo andar por la vida filtrando mi oscuridad?
Prefiero, como la luna, pintarme de la mentira alegre de los demás
Y aunque la oscuridad te trague como un agujero negro
Nunca terminas de existir, respirar y vivir
Quedas en aquella dimensión eterna de tristeza
El clímax del dolor que ha llegado a su punto límite
Se ha extendido la oscuridad hasta el fin de sus fronteras
Y no me queda más que pintarme del brillo falso
De esa felicidad que en realidad no siento
De esa luz, ese brillo, ese vestido blanco y terso
Que la luna confeccionó una noche de apariencias ficticias