E dejado de pescar
en aguas de ilusiones
solo para comprobar
que no existe paz en las prisiones.
En el redil soy solo del montón
pisando fuerte a luchar contra el fuerte
bramando una sed saciar
y al esquiladero sin falta no errar.
En mis prisiones soy el yo
despellejado sin mas del que dirán
que por cierto solo escucho de los fantasmas
que no conocen de barras y clavos.
Una mañana nació el convencerme
de que tarde ese día será vermelho
y en mi ventana paré a vérmelo
esperando así poder desvanecerme.
Alguien lucha en mi interior
con cada latido, con cada respiro
con frecuencia sostengo el suspiro
tratando de poner negro el exterior.
E dejado de pescar en aguas negras
pintando mi frente de colores
aprendo de ese pez con olores
que al insulso y opaco
no lo cazan las fieras.