a una linda azteca
-ali se llama-
Amado y Amada viven
apasionadamente
idilios desde la ardiente fantasía,
impresa en las linotipias del Amor.
Viven el arder de los besos.
Viven el fuego de los cuerpos encamados.
Viven el encimarse uno en el otro
en la noche caliente.
Viven las mieles de la colmena
que los versos destilan.
Y el Amado escribe:
"dulce prenda de mis amores,
¿qué es la vida sin el roce
de tu piel?
¿Qué es la vida en la soledad
de un desierto sin el oasis?
¿Qué es la vida sin la lumbre
de la chimenea?
¿Qué es la vida sin la frgancia
de los montes en flor erecta?
¿Qué es la vida sin las brasas
de la leña ardiendo?
¿Qué es la vida,
si tu vida no es mía?"
Y la Amada escribe:
"Soy la hoguera que te quemará.
Soy la llama que calienta
la boca fría.
Soy el Edén que ofrece
la manzana prohibida,
el éxtasis llevándote
al Olimpo de los dioses.
Soy tu elixir en la distancia.
Soy la hendidura ribeteada
de rosas de carmín
que abraza el misticismo
de la pasión subida."
Amado y Amada
se airean el viento caliente
de los corazones,
que ansían unir los latidos
desde la imaginación real
-realidad imposible encamada-.
Tú y yo somos el volcán
de las montañas separadas,
el dulce licor que los versos destilan...
Tú y yo vida
más vida imaginada.
Tú,azteca;
yo,español.
Pura imaginación:ven y bésame
-salvador-