Dormida, despertándome en
recuerdos; sintiendo en caricias cada
sueño, cada anhelo.
Invocando tu silueta
sin querer despertar en un desierto,
transformando tu imagen a deseos;
queriendo despertar de un mal sueño.
Sintiendo en cada noche el calor de tus besos.
Que triste es despertar, con deseos de amarte
y sentir aun el aroma
de tu piel en mi.
Que triste es esperar en letargos
y saber que no vendrás en
en este frió invierno.
Sentiré la nostalgia perdida en lamentos,
con vagos recuerdos de lo que fue
un amor como el nuestro;
dormiré profundamente
hasta nuestro próximo encuentro
para sentir la pasión
que guardare con recelos,
y sentirás mis caricias
sin saber si será
nuestro ultimo encuentro…