Remontemos al mundo del encanto nuestras vidas
y soñemos con la perfecta felicidad.
Yo te doy como galeón un bello anhelo
para que surques el mar de nubes
hasta mi mundo de ensoñaciones.
Yo iré a ese mundo
en la luminaria chispa del pensamiento
hiriendo el cálido firmamento
para encontrarme contigo.
Solos tu y yo en ese espacio
donde no reste nada
sino la vehemencia de prolongar nuestro amor.
Allí hallaremos el reino de AMOR
un paraíso de eternos encantos.
LEO HENRY