Se puede encariñarse uno
con el cielo para despertar
acurrucada a la luna
y calentar con ella
los dedos del pié.
Sé que se
te pueda soñar a lo lejos,
aunque la vista
no sea más que un escenario
difuso de fe
y mis brazos
raíces por trepar a desdén.
Se puede esperar,
ser reloj
que mira el paso del tiempo
y el sol
sumergirse, imaginarse
todo un mundo
encarnando tu sonrisa divina.
Aunque las palabras sea marañas
aunque mis ideas sean
ovillos enredados en un hilar
tengo estas ganas a contrafondo
haciendo puntos y más puntos
para esperar ser viento.