Juntos los dos contemplábamos la luna llena,
mientras me arropaba con tu piel.
pero ya se ahogaban en silencio mis palabras,
mientras truncabas mis sueños y rompías mi corazón.
No me apartes de tu lado, amor… te decían mis lágrimas.
Mis ojos buscaban los tuyos que insondables,
se perdían en la lejanía…
Posaba mis labios ardientes en la frialdad de los tuyos
pero ya no estabas… borraste mis huellas con otros.
y enredando tu alma a la mía en intentos baldíos de retenerte…
Te perdí.
No me dejes amor… gritaba silente mientras me envolvía la soledad. C.P.R.