Que desesperanzado estoy de no quererte
Cuando te apareces en mi cama en forma de letras
Para decirme que me esperas en tu casa, inquieta.
Salgo del pozo, presuroso, casi a tientas para verte.
Con saber que me piensas se me hincha el corazón
Como a una lagartija hambrienta.
¡Qué bonito es vivir ilusionado, hasta que despiertas¡