Hugo Emilio Ocanto

Desnudando mi alma al recordarte

¿Qué significa esto?

Solo decirte lo que por ti siento.

Relatarte parte de mis internos sentimientos.

Decirte de mis grandes sufrimientos.

Decirte, por ejemplo, que hoy,

mi alma está vacía.

Se siente solitaria.

Me siento... tan inmensamente solo sin ti,

que por momentos siento la necesidad

de dejar de existir.

Tú has sido para mí,

toda mi vida mi fuente,

de tristeza, de amargura, de dolor,

de llanto, de desesperación,

de angustia, de miedos,

de indecisiones, de fracasos.

Tú has sido todos esos sentires.

Fuiste... en tiempos pasados...

Pero hoy, quiero decirte

lo que siento, en este presente.

En el de hoy... olvidando el ayer,

que ya pasó...

Mezclo en mi relato el ayer,

el hoy... el pasado, el presente,

y viceversa...

Así me siento,desdichado y después...

Feliz... tan increíblemente feliz,

que lo siento como si fuese

un hermoso sueño...

Sin despertar, siempre allí,

siendo un sueño... con los

ojos cerrados, durmiendo, y soñando...

Es sentirme en otro mundo...

No en el real...

 El real a veces me da pavor,

miedo, de vivirlo...

Por las crueldades que leo,

que veo se perciben en el mundo.

Te estoy haciendo un coctel

de ideas, de pensamientos,

de vivencias, de sentires,

y espero me llegues a comprender...

 porque a veces ni yo mismo me lo explico...

No lo comprendo, es como si yo fuese otro,

y lo que me acontece no es a mí,

sino a otro, que no soy yo...

Este es un coctel de palabras,

que a veces quisiera tomarlas,

ingerirlas, y que me lleven

a una borrachera.

Para que cambie mi estado de ánimo...

Todo lo terrible que pasó

entre nosotros... en el pasado...

el cual lo recuerdo con

mis grandes miedos, por lo que

te pasó, amada... así lo quiso

el destino, o tú...

¿o fue tal vez la voluntad de Dios?

Tu enfermedad, incurable...

Los médicos, desconcertados,

la medicina, que no pudo ayudarte

a sobrevivir...

Y yo, que estuve a tu lado,

acompañándote, y llorando...

por tu cercana muerte...

Hoy, sí me siento con tristezas

y alegrías al mismo tiempo,

porque el que tú ya no estés más,

siento la alegría de no verte más

sufrir como sufrías...

Tú sufrías tu enfermedad,

tus padres, tus hermanos, yo...

recuerdo nuestros dolores,

y también nuestras alegrías...

que fueron tan pocas...

porque en tan corto tiempo,

pasó lo que pasó...

Lo tuyo, tu enfermedad,

no tenía solución.

Solo tenías, teníamos...

que esperar el final...

Pero tú, siempre impaciente,

precipitada, debías lograr

lo que por dentro sentías...

Dolor y desesperación,

porque estabas segura de tu final...

de vida.

Hoy recuerdo todos nuestros

instantes de relación...

en las cuales allí reuníamos nuestros

corazones y cuerpos, y gozábamos

plenamente... sin tener en cuenta

tu drama... sabíamos del tiempo

indeterminado que tu vida tenía...

así, lo mismo, para compensar

esa futura ausencia,

nos entregábamos en cuerpo y alma...

Pero una tarde, cuando fuimos

al consultorio, se nos acercaba la noche,

y en un descuido mío, desapareciste

de mi vista... te habías fugado...

Saliste del consultorio,

porque en ese momento yo

estaba ocupado... había ido al baño...

al salir, tú no estbas allí,

saliste, te escapaste, te fugaste,

fuiste hacia las vías...

esperaste el tren... no para

subir a él, sino para que él te

arrollara... y así sucedió...

Te suicidaste... preferiste esa muerte,

y no la que tenías prevista,

debido a tu mal... incurable...

Aquí estoy hoy para decirte

lo que siento por ti...

Amor... siento amor...

tristeza por no tenerte a mi lado,

pero al mismo tiempo feliz, porque

dejaste de sufrir... aunque yo esté

sufriendo tu ausencia...


Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 30/11/2012)