gaston campano

Ella y El

Bajó al patio de lo deseos,

abriendo la puerta

de esa tercera edad.

Atractiva y compuesta,

la dama sobre la arena

un libro entre sus manos

donde explicaba todo

los errores del humano.

El silencio era innato,

bajo sus lentes finos

la sentía seductora

era esa señora,

que tanto había soñado.

La piel que se asomaba

era tersa, encantadora.

Romper el hielo sabía

era tarea infinita,

pués ella no era damita

sino mujer de detalles.

Solo una mirada a él

pretendiente en potencia,

sus años con esa ciencia,

le demostraron que era

quién haría primaveras

de aquellos eternos años.

El libro quedó abierto

en la página cincuenta y cuatro,

donde sus líneas decían

¡Hay que intentar el pasado!

El le preguntó su nombre,

que aún lleva clavado

siendo igual a la herida

que hace tiempo había ganado....

y conversaron un rato

él con sus temores

ella pensando en el relato,

impreso en esas líneas

del libro ya alejado,

sobre la arena tibia

que el viento sigue hojeando.