No puedo expresar tan rimbombante,
ni puedo deshacer mi buen talante.
Me mojo del calor asesinado,
que duerme en inconsciente concentrado.
Y aspiro a respirar, entre las cimas,
las ínfulas de amor que no se exprima,
no, no pienso detenerme en tus redimas,
ni huir de tu calor, cuando aproximas,
ni puedo comparar nuestros secretos,
ni contar calor, de abuelo a nieto.
No siento el juramento, ni los papeles
del pasado, perdido en un guión elaborado,
por manos que no ciñen tu cintura,
ni piensan escribir tu sepultura...