Divago dentro un sudor frío,
que me empapa hasta el alma,
me moja la camisa
y me dicen,
que así es vida.
Llevo conmigo el mismo ramillete
de penas de ayer,
y será el mismo de mañana
de seguro el de mes que viene
y así se termina el calendario,
asimismo, año tras año…
Todo aquí continua inalterable,
el mismo hedor a ausencia,
la misma dejadez del alma,
los mismos desolados poemas,
y el mismo frío de soledad de ayer.
Ya no medito,
sé que todo seguirá igual,
que nada hará cambiar mi destino,
nací para sufrir,
si no me crees,
ven y mírame mañana…