Puedes cabalgar sedienta de destinos
volver, regresar, recordar el camino que envejece,
puedes alterar la lluvia de emociones
con las cortas palabras que te envuelven,
posar sobre las sombras de los àrboles
a espera que la sombra del sol aparezca,
citar en los peldaños de la distancia
frases difuntas que te pertenecen,
guardar los secretos que el viento esparce
bajo cascaras y piedras
y hacer como si no existieras
mientras te camuflas, entre venas y canciones.