valentino arrabal

¡¿QUÈ VIVA LA SOLTERÌA ¡?

A veces pienso en “esa otra mitad” y así dicho parezco decir que ando incompleto, si por “entero” entonces es que se asume dejar de estar solo o más precisamente acabar con la solterìa.Pero “esa otra mitad “que tan real es en ese  sentido de completariedad.Cuànto de probabilidad hay, si la que elija es afín a mi personalidad, carácter y temperamento. Tenemos un abanico de expectativas respecto a la otra persona, una demanda personal que lo lanzamos al mercado social, esperando encontrar la mejor oferta. Por eso muchas personas hablan del marketing personal; de alguna manera buscamos”vender”lo mejor de nosotros. Y todo esto con el afán morboso de acabar con nuestra solterìa.Solterìa que a cierta edad  tanto en hombres como en mujeres es muy mal vista; ese prejuicio que circula con carga de sospecha. Pero parece que eso va cambiando y no pocos dicen sentirse orgullosos. Al parecer superaron esa angustia que la condición por mantenerla y luego asumirla generaba la presión social. Y aquí es donde se produce un cambio notable de estado: dejas de “estar” soltero para “ser” soltero. Y es en las mujeres en donde se aprecia más y admirablemente esta orgullo conquistado. Sobre todo porque son ellas las que más demandan al hombre esa idea romántica del matrimonio para toda la vida o como se dice, hasta que la muerte nos separe. Hoy estas mujeres que ven el matrimonio de una manera más realista como así mismo el hecho de renunciar voluntariamente a la maternidad, van conformando una nueva generación de mujeres de saco y corbata, trato de no generalizar, pero las mujeres han obtenido cierto poder que me  pregunto validamante: ¿Llegarán a igualar o superar acaso esa fama que tienen esos hombres llamados solteros empedernidos?