Enséñame los secretos, de mil vidas,
Asido, a tu cuerpo y a tu pecho,
Y a si morir bien satisfecho,
Recordando las horas ya vividas.
Enséñame a besar, por dios, te pido,
Con ansias, con ahincó, y con salero,
Asida, a mi cuello, yo, te que quiero,
Para no llorar, tu amor…perdido.
Restriégame tus pechos sonrosados,
Como pétalos de rosas incandescentes,
Pues tengo tanto miedo de perderte,
Que no podemos, quedar tan atrasados.
Enséñame a vivir, eternamente
Hincado en tu vientre, y en tu río
Para volver a revivir, lo ya vivido,
Y este amor, no sea intermitente.
Autor Joaquín Méndez.
©Reservados todos los derechos©
30/11/2012 10:36:31.