No preciso de la playa,
ni de la noche,
ni del invierno,
o de música y velas
para desatar mi pasión.
Preciso de tu cuerpo
de tus labios,
de tu espalda,
de tus manos,
de tu sexo.
Preciso de tu alma
de tu nobleza,
de tu libertad,
de tus sueños,
de tu pureza.
Preciso de tu amor
de tus caricias,
de tu compañía,
de tu complicidad,
de tu entrega.
Preciso de tu corazón,
de tus alegrías,
de tu ternura,
de tu pasión,
de tu sentir.
Preciso tan solo de ti,
de tu cuerpo,
de tu alma,
de tu amor,
y de tu corazón…
para desatar mi pasión.