¡Cómo pesa este silencio!...
Se va ocultando la luna
dando paso a la más densa oscuridad.
Ni una farola me ilumina,
están tan lejos, iluminando otras vidas.
El Búho canta, mi aliento muere,
una cigarra se aproxima,
revolotea y se aleja como vino.
A lo lejos, el ruido del arrabal,
y aquí, sólo soledad, silencio,
desgano por la vida, incapacidad.
¿Dónde estarás fuente de mi vida?
¿Qué pupilas iluminarás?
¿A quién acariciarán esas manos que antes fueron mías?
Extraño la melodía de tu voz.
Pude ser el lucero eterno de tu vida,
el cielo de tu universo,
el universo de tu corazón.
Mi amor no menguó,
ni se apagó la ilusión,
ni murió la esperanza de este amor.
Fue simple cobardía
lo que nos separó,
miedo de amar, de herir, de fracasar.
Le negué la oportunidad a la felicidad,
y hoy ¿qué tengo? ... inmensa soledad.