He pasado la vida abrevando miserias.
Tristezas, angustias.
Coleccionando dolor.
Llevo guardados adentro de mi alma
muchos sufrimientos,
todos mis fracasos y alguna traición.
Mi vida repleta de tantas cosas muertas,
de muchas nostalgias y amargo sabor.
Que ya no soporto sufrir esas penas,
dormir con mis muertos, llorar de dolor.
He sufrido tanto, tanto, tanto,
que no me he fijado si fue por amor.
Cuanto tiempo he perdido,
cuanto, cuanto, cuanto.
Cuanto desconsuelo y vida sin vida;
Sólo la bahía hoy me da su sol.
Su playa, su ría, sus olas, su espuma.
Sus atardeceres, su cuerpo de sal.
De roca, de brisa, de luna dormida.
Sólo la bahía sabe mi dolor.
© Armando Cano.