Grata esencia tú llevas;
fresco y limpio mentol.
Aromática hueles,
por completo me inundas,
con sabor cual es voz.
Mi nariz agradece
tu caricia olfativa,
tu fragancia, ésta tiene,
el mejor alfabeto,
poesía ceñida.
Que olfateo sediento,
aún en ramas prendidas,
cuando en el huerto esperan,
a mis manos, tus hojas,
a las manos que nobles,
de a poquito te criban.
Verde efluvio de menta,
agradable me invitas,
a quemarte entre aceites,
por placer al que incitas.
Te resguardas tras sales
e infusiones que miman,
afinando gargantas
y aliviando barrigas,
como así en elixires
con sus claras misivas.
Verde aroma de menta,
enraizado a cocina,
desde antiguo conocen,
tus dotes digestivas.
Sanamente dispones,
sabrosa intensificas,
tanto, el chocolate,
como cítricas limas.
Condimentas los guisos,
y al té das tus delicias,
aderezas los postres,
y a ancestral medicina,
bien le sirven con ganas,
tus gracias curativas.
Menta, impregnas estancias,
atrayente es tu voz,
seductora me llamas,
posas dulce amargor.
Me complace al bañarme,
que me soples tu olor.
que mi piel te respire,
ser tu cómplice, yo.
Yo nací ya rendido,
a tu aire afrodisiaco.
de verdor granizado.
A tu tallo rojizo,
y a tus pálidas flores
de teñido azulado,
cuales formando espigas,
donan suave violado.
318-omu G.S. (Bcn-2012)