... el alma... y cada parte del sonido
cayendo en la libertad de mis palabras
cayendo juntándose todas próximas
abriendo el cielo avergonzado por la noche
de la sangre del horizonte bostezando
cometas invertebrados en un sueño
al aire comúnmente tejido en el océano
-y respiras- respirando corazones
más allá de la compleja forma
de estirar tus tendones, tu excelsa costumbre
de extender los latidos cobijados en tu pecho
cuando sonríes a la vida, y masticas mis manos
masticando el cielo dentro del cristal
y dentro yo, siendo mar de tus costumbres...
Avergonzando la timidez de tu cuerpo
inmerso en la suavidad del llano florecido
cuando se deshoja la vida, el vino
en los caudales de tu rosa injerta
en la hoja revestida de lluvia
revestida de ángeles aleatorios
curvados en la espiral de reconocerte
de entre tanta líquida forma de perderte
sintiéndote tan lejana,
en la cercanía que tienes de quitarme el aire
y en el verbo de nuestras células
quitarnos la vida, y devolvernos la muerte...