Mamá, en casa de tío Bernardo
vimos unas fotos guardadas;
tú tenías el pelo largo
y papá, no tenía calva.
Tú, con clinejas hermosas
como las que mi hermana usa siempre,
y papá como John Travolta,
lucía alegre su copete.
Del tiempo nadie se salva
a todos nos convierte en ancianos,
por eso papá luce su calva
igual que todos sus hermanos.
Ahora preguntarte quiero,
contéstame mamita:
¿Por qué tú, te cortaste el pelo
si lucías tan bonita?
Alejandro J. Díaz Valero