Vamos comentando como nos pasan los años sin que haya una escapatoria de ese incierto dia, del cual saldremos sin poder decir no. Cuanto luchamos por caminar sín que haya espacio para decirnos; ¡no partiremos!. Cuanto tiempo en la lucha y el salvaje caminar; con arrogancia. Dejando atrás nuestros aconteceres quedan en mudo silencio las voces y quehaceres de aquello que era nuestra rutinaria vida. El color del dia se torna gris y nuestro cuerpo se hiela, se entristece nuestro mundo con aquellos murmullos de gentes con dolor de la partida y que llevan el corazón con recuerdos del ser que acompañaron y que formaron parte de su diario. Somos los caminantes sín regreso.