marco augusto

Florecimos entre espinas y rosas

 

Fuimos volcán en erupción,

iceberg de helado hielo,

y extensas praderas saturadas

 de bellas flores.

Fuimos más que palabras,

éramos vivas llamas

de refinados amores,

afilados puñales de diferencias,

y afectos por montones.

Fuimos lecho convertido en

ardientes pasiones,

fuego que quema las venas,

caricias, besos

y claras emociones.

Fuimos lo que nadie nunca fue,

un jardín de ricas flores,

con espinas que duelen,

con sonrisas y amores.

Fuimos lo tangible

y abstracto, 

cuando se habla de amores,

porque un amor,

sin espinas,

es como un jardín sin flores.