TU PRESENCIA
La brisa sopla leve y trae tu presencia,
ese fuego apacible que el alma llena y quema,
rubor de mariposas sobre mi piel de seda,
seducido me atraes, me colman tus caricias…
El soplar de tu aliento despertando recuerdos,
te metes omnisciente y activas mi cerebro,
la mañana ha traído tu musitar de lejos,
susurro que da vida al corazón desierto.
Yo siento tu presencia bajando por senderos,
como el agua recorre la montaña en un beso,
pegada con sus labios de las piedras del suelo,
lamiendo soledades, inquietando el anhelo.
El gorjeo del ave, el ruido del silencio,
la hoja que apacible danzando va en el viento,
el deslizar de lluvia en el espacio muerto,
así tocas membranas y avivas sentimientos.
Tierno olor a pradera, olor a mirra, a incienso…
perfume tu fragancia que perfuma mi cuerpo,
penetras en mi sangre, tocas mi pensamiento
y me haces meditar en tu advenimiento.
Llegas y reapareces sin yo estar prescindiendo
de tus suaves manitas, suavizando por dentro
mi espíritu angustiado… quien encuentra consuelo
al respirar tu paz, al respirarte eterno.
Centímetro a centímetro me cubres de tus besos,
de los pies a cabeza, me bañas de te quieros,
devuelves la sonrisa a mi rostro sereno,
así me siento yo cuando llegas Maestro.
Tu presencia Señor es lo que mas deseo,
saciarme de tu ser, de tu vida y tu sueño,
ser uno con tu piel, ser uno y ser etéreo…
fundido en tu presencia… adherirme a tu aliento.
¡Que bueno es sentir, tu presencia Maestro!
Sentirte y meditar… sentado allá en tu cielo.
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