No eres tú, soy yo.
Yo que me enamoro de ti,
Ahogándome en un vaso de ilusiones de ti
De tu amor en mis nubes, de ti,
Con las palabras que no dices, pero imagino,
Del fantasma de tu amor rondando mi cuarto sin paredes.
Yo me engaño de ti amorosamente
Queriendo poner sentimientos en tu corazón
En cada botella de vino que bebes,
Yo que te interpreto según lo que necesito…
Yo, yo, yo, absurdamente yo,
Prendido de ti, que no existes,
Que recojo lo que no me das y no porque no tengas,
Sino porque no quieres, razonablemente.
No eres tú, que jamás has dicho nada, te invento.
No eres tú, es mi mirada que miro en la tuya cuando te veo,
No eres tú, quien toca mi herida que desconoces.
No eres tú quien no llama, soy yo el que espera tu llamada.
Y cuando te odio, no te odio a ti, más que a mí.
Algunas noches me da por correr como perro recién bañado
Con el desespero de un niño oculto en el armario
Buscando respuestas que ya tengo por entero
No eres tú, soy yo el que ama y que en vano te espero.
Y cuando paso tiempo contigo, me acostumbro tanto
Que cuando te vas, me quedo vacio, llanamente hundido
En mi colchón sin alma, con mi cuerpo empedernido.