¿
que hacer
con el producto
de un destino
demasiado audaz
?
¿ acribillarlo?
¿ so pena
del escrupulo
a sus ojos
nectarios ?
¡ o martillarme la carne !
por si acaso
me espabilo.
tantas preguntas
como
tantas respuestas
son
ineficaces
estrategias
para
una trasformacion
demasiado humana
como
para
soportarla.