Mis ojos te descubren, angustiado
mi corazón palpitando en compás
acelerado, buscando donde estás,
y se ve, notándose preocupados.
La noche fué fría. Frío de ausencia,
¡si pudieras conocer mi sentir!,
no saber de ti es desvelo, sufrir,
...de risas y alegrías, ¡abstinencia!.
Sin detenerse, el reloj, perspicaz,
marcando las horas con estridencia,
se mofa del tiempo y de mí, más y más.
Aún escucho el vibrato de tu voz,
resonando dulcemente...¡beso detrás!
fugaz ausencia, con la bendición de DIOS.-
Por: Alejandro O. de León Soto
Tijuana, BCN. MEXICO, Dic-4/12