Silentes gorrioncillos te contemplan
Pétalos deshojados, marchitos,
Es ahora la flor más hermosa que ayer,
Precisa lanzaba sus aromas al nacer…
¿Cómo ocurrió?... con las miradas preguntan
Sin saber responder ni cubrir la vergüenza,
Del nombre manchado del hombre,
Que puso en tus manos, su corazón...
Pediré perdón… si Dios me perdona,
Pero tú, no sientes remordimiento, ni pena…
Lo que para ti, sólo fue un acto perdido
Para otro será quizás, perder la vida.
El sol de la tarde que alumbró tu desliz
Mortecino y menguante se hunde allá lejos
Buscando la noche en la sima del mar
Ocultando ajeno tupé… que no quiso ver.
Nadie te pidió perfección, sólo franqueza,
Le faltaste a un hombre, eso se paga,
Porque sábelo bien, ni Dios perdona…
Porque si no, no existiría el infierno.
Delalma
03/12/2012 10:55:58 p.m.
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