He notado desvelo en mis caminos
el semblante oscuro y mi boca cerrada
no he podido escribir
pues la porfía me persigue me acosa
estoy herido
-es un arma mortal hablar del tiempo-
Es un arma de doble filo
si te nombro tal vez me descobijo
pero el silencio es peor
es aullido altivo.
Por eso hace días no te había escrito
a ti mi soledad
mi compañera
tú que has vivido las andanzas
-a mi lado-
Sobre todo cuando enciendo un cigarrillo
aquí en mi aposento
y me recuesto en el tálamo ya frío
te estás junto a mí
mientras dormito
o sólo cierro mis ojos y me olvido
porque olvidar es escuchar de nuevo
-un grito-
Por eso por eso sólo por eso
nada había escrito
esperaba tu retorno
tú la que me queda
la que está conmigo
(la que ha de cerrar mis ojos cuando muera)