ELPRINCIPIANTE

ODA AL ARBOL SECO (dedicado a todos los poetas del alma)

 

Vástago del tiempo

de cual patita caerías

para preñar la tierra

con tu muerte súbita. 


Si el grano de trigo

no muere

su esencia nunca germina

en flor de ensueño.


Tu padre,

el de barbas blancas

en su alumbramiento 

despertó tus ojos,

y del mar fueron sus lágrimas

las que te lloraron primero.


Engendro vegetal

te vieron los átomos del aire,

rompiste los espacios

y también la gravedad

cual impedía tu salida. 


Lo recuerdo muy bien,

fue la vez primera

en que te vio tu madre

primavera.


Guirnalda puso de flores

y vistió tus brazos

con aromas nuevos/

feliz por ese suceso

de tenerte.


Y en tus nudos morenos

casi grises

te decoro de hojas

y en esperanza azul 

para las aves te convertirías.


Allí... en tus parajes de ramas

soñaría la alondra con su ruiseñor,

y la paloma hembra con su macho,

corazones tejería el tejedor,

mansiones para el invierno/ esculpiría/

el carpintero artesano,

sus nidos de paja en ti harían 

las aves mas pobres.


Ahora serias la escena

de los mejores espectáculos,

aves cantoras en torno tuyo

celebrando sus conciertos,

cortejo de emplumados

sobre tu hibrido vientre,

colonias de hormigas

construyendo a tus pies

sus hermosos aposentos,

uno que otro mamífero

bajo tu sombra echado,

comiéndote los koalas

y la jirafa entretenida

desdeñando tus cabellos.


Cuanto alegría le diste

a los ojos que te vieron.


Pero el otoño fue cruel

mas que amoroso,

y aunque él con su sapiencia

te desnudo despacito

y te hizo de ocre un retrato

pintado para el firmamento.


El también quito tus esperanzas ovaladas,

y con ayuda del viento

desalojo tus mansiones,

dio alerta a los mamíferos

de que vendría el invierno

a pisarle los talones 

y como un climatólogo de noticiero

hizo que se escondieran

en sus guaridas 

los que en sus abonos/

te alimentaban.


Te ibas a morir por la tristeza

que te dejo el estío,

ahora... te azotaría la brisa/

con su toque helado,

te quitarían tus pieles,

te robarían tu sonrisa

y quizás de tanto peso

y tanta nieve sobre tus brazos

se rompería una parte de tu vida,

tal vez para crecer de nuevo

arrastrada por el tiempo,

la hipotermia te hizo viejo

y quizás un río

bajo tus pies /se agoto.


Y aun a pesar de todo/

te veo allí señalando

con tus decenas de dedos

hacia el universo entero,

quien te mira

y te absorbe con su prisa

para sembrar tus cenizas

en su hermano paralelo. 


Allí te veo anciano amigo,

quien por los años vencido

y por el sueño

aun pelea esta batalla,

hasta la ultima gota de tu vida

como paraje de artistas,

como banca de descanso 

de algunas aves turistas

o como leña encendida

muriendo como lumbrera

que en humo asciende/

a las esferas del cielo...


Para estar junto y unido/

eternamente y para siempre...

a tu amado y dulce padre.