Jamás imagine que llegaría este día, el día en que el costo de callar todo aquello fue tan grande, tan pesado, tan doloroso, perder al Amor de mi vida… Y es que ante ti todos mis miedos se esfumaron, me hiciste una mejor persona, me permitiste lo que trate de evitar pero contigo lo logre ya que eres esa mujer que me ha hecho ese hombre capaz de querer, no tuve opción más que poderte amar.
Te agradezco tantas y tantas cosas entre ellas entregarme el cariño que se desprendía de tu corazón, por hacerme vivir los mejores días de mi vida y porque en los días de tristeza basto pensar en ti para disipar las razones que en esos instantes me acompañaban. Te pido disculpas por irrumpir en tu vida y por marcharme aún en contra de lo que quiero, todo eso permitió en su momento que fuéramos dos contra el mundo, capaces de enfrentar todo, ahora estoy a solas y no me siento capaz ni de sonreír, todas mis fuerzas vienen de ti.
Cambiaste mi vida a tal punto que aún sin ti viviré para ti, porque tú pasaste a ser mi vida, porque tu rostro, tu sonrisa, tus gestos, tus palabras, tu cariño y sobre todo ese amor que me nutrió me acompañara más allá de la eternidad, porque aún distante el uno del otro tú me acompañaras como el sol que llena de luz mis días y como la luna que me guía en mis noches grises, porque eres mía y yo soy tuyo, eso nadie lo cambiara y tampoco nadie podrá arrancarte de mí, nadie te sacara de tu lugar preferido, mi corazón.
Será difícil hablar de mis sentimientos y pensar que no hablo de ti, será difícil oír tu nombre y preguntar acerca de ti y no sentirte en mí ser. Sé que sufriré y que sufrir me hará sentir vivo y que estaré vivo por mi Princesa, por ti.
Me rehusó a creer que no te volveré a ver, que tu esencia no llenara el vacio en mi, que tus besos de amor no rozaran mis labios o que tus lágrimas no serán las mías, me rehusó a creer que nuestro final no será un final feliz, por ello sé que este no es nuestro final.
La humedad en mi mirada y el nudo en mi garganta me obligan a despedirme pero no sin antes decir que desde que el amor entre nosotros surgió todos y cada uno de los días compartidos en todos ellos yo te ame, no es difícil saber que te sigo amando y que te seguiré amando. No dejare que nadie trate de ocupar de tu lugar, mi derecho de poder amar ira reservado a que la única mujer que este mortal ame tenga por nombre el tuyo, y que los únicos labios que sellen los míos sean los tuyos.
No renuncio a ti, tan solo no puedo ser yo quién evite que trates de ser feliz, conmigo o sin mí...