Con la fresca tranquilidad de volar las nubes,
el firmamento iba siendo mas y mas abierto,
despejando, mi mente, lo que resultó incierto;
en ella, el aire solo sería de querubes.
Bella armonía en las estrellas, dijo: “si subes,
logrando lo que ninguno en sueños o despierto,
podrás volverte nuevo ángel con todo cubierto:
alas de cortesía, amor y pase eterno a clubes”.
No lo tuve que pensar dos veces, quise serlo;
descubrir lo que se siente do antes no vivido,
poner a prueba el espíritu, al miedo vencerlo.
Antes de empezar, respiré al oír el latido
del corazón (que triste no volvió así de hacerlo);
fue un sol de paz eterno, que hoy llevo agradecido.