Soy hielo, si... soy hielo/
pero me derrito
en tus brazos buenos,
y me vuelvo un río
en calor ardiendo
cuando me abalanzas
con todo tu cuerpo.
Se escarchan mis manos
cuando estas ausente,
la sangre se enfría
y enturbia mi mente,
se me pone gris
hasta el pensamiento/
mas si pienso en ti...
me pongo contento.
El día aunque brille
lo siento vacío
y aunque este soleado
me siento sombrío,
busco en mis retinas
una esquina muerta
para descansar
de tanta tristeza.
No me inspira el canto
menos la poesía,
ni el rostro de un ángel
nirvana mi vista,
ni la noche oscura
teñida en estrellas
aunque traiga luna
o sea noche bella.
A nada me animo
cuando tú no estas,
ni siquiera un mimo
me puede mimar,
ni un payaso alegre
tampoco un hechizo
quitaría de mi...
este gran martirio.
Hasta la comida
me sabe muy mal,
no me dan ni ganas
de irme a bañar,
ni unas cosquillitas
me harían reír
si te encuentras lejos
soy un infeliz.
Pero todo cambia
y vuelven mis ganas,
la vida me sabe
a miel bien melada,
porque tu perfume
me dice que estas
y llenas mi mundo
de felicidad.