Mi pequeña fragil y dulce niña
llegaste a mi vida una noche de plenilunio
e iluminando mi alma y cubriendome de ilusiones.
Eres tan hermosa como las mariposas,
que danzan al compaz de los arpegios
con sus bellas alas coloreadas sobre los nardos.
Eres untuosa como la flor de las margaritas,
rodeadas de sus petalos blancos,
y su aroma de jazmin.
Mi pequeña y hermosa hija,
cuidare de ti, mientras tenga aliento,
proteguiendote entre mis brazos y cubriendote de besos.
Hija, con tu despertar sonriente y la suave brisa de la mañana,
seran los alicientes, para que nuestros dias, "Sean Felices".
Con todo mi amor para mi hija.
Lissette