HASTA LAS ROSAS TE ENVIDIAN
Veo tus ojos grandes color café,
como miran y acarician
con tus pestañas largas,
como la mariposa acaricia las flores.
Tus labios que son fresas salvajes,
que atrapan mis deseos y mis sueños,
que hacen pecar a mi pensamiento,
que me alteran como la tempestad,
porque solo tú, tienes la virtud de encender,
mi sangre y calmar mis ansias de amor.
Me fascinan los flequillos sobre tu frente
altanera y desafiante, como la orquídea
que provoca al caminante, que no puede
evitar cortarla, olerla y contemplarla
como un milagro de la naturaleza.
Me trastoca tu cuello de vampiresa
dominando el retablo del dibujante,
que dibujo tu exquisita belleza,
una belleza que solo el pincel del creador
pudo dibujar con tanta maestría.
¿Quién esculpió tu cuerpo?
Que lo hizo tan perfecto, que al mirarlo,
haces pecar a las santas escritura, al evangelio
Y al quinto mandamiento de la ley de dios.
¿Por qué este castigo de conocerte
y no tenerte, ni verte, ni abrazarte,
ni besarte, ni saborear las mieles,
de tu esencia de mujer diferente.
¿Por qué tu sonrisa me maltrata?
Tal vez porque solo la imagino
y no la veo, ni la escucho.
Presiento tus palpitaciones
cuando amas y acaricias,
cuando besas y gimes,
cuando tu cuerpo galopa desenfrenado
Haciendo el amor, y desprendes esos aromas
de pétalos de rosas, que son tus
perfectos duros, pujantes, y rebeldes
pechos, capullos de rosas recién nacidos.
¿Por qué me atrapaste
si sabías que yo no era para ti, ni tú para mí?
Es que acaso no intuiste que me
enamoraría de ti, de tu forma de ser,
que para siempre seria tu esclavo, tu siervo;
que ni muerto conseguiría olvidar que tú existes
y que eres la reina de mis sueños.
Disfruta de mis desvaríos,
de mis locuras de hombre
enamorado, pero sin amor.
Sin ti, sin tu amor, sin nada.
Eso soy sin ti, nada, nada.
Autor, Joaquín Méndez.
Reservados todos los derechos.
06/12/2012 0:41:59